"Recortar
en sanidad es contraproducente: seguimos perdiendo todos"
Los recortes en
sanidad no sólo afectan a los empleados, sino a todos los ciudadanos del país.
Estos se ven obligados a realizar esperas innecesarias para un diagnóstico, por
ejemplo, como un simple resfriado.
¿Estás contento
con la sanidad?
Como todo es
mejorable, aunque hay cosas que no entiendo. En mi caso, que vengo de fuera de
la Comunidad de Madrid, tuve que empadronarme aquí para poder tener derecho a
cobertura sanitaria completa. Una de las cosas que más me llamaron la atención
fue que mi tarjeta sanitaria andaluza, pese a pertenecer al Estado español, no
me valía en Madrid. De hecho, como me enteré más tarde (pues estuve mes y medio
sin derecho a cobertura sanitaria de ningún tipo por un problema con la
Seguridad Social). La
sanidad
en Andalucía y en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, emplean sistemas
diferentes, imperando requisitos diferentes para poder tener acceso a la
cobertura sanitaria. Hasta que no quedó todo perfectamente cumplimentado y
firmado, no pude solicitar cita con el médico de cabecera. No entiendo todo
este descontrol de una Comunidad Autónoma a otra, estando de fondo el marco
común del Estado español. Tampoco entiendo muy bien todo el asunto de las
listas de espera. Quitando eso, la experiencia que he tenido aquí en Madrid con
el personal sanitario no ha sido mala.
¿Crees que los
recortes que se están haciendo en el sistema sanitario están afectando
negativamente a la sociedad?
Todo lo que sea
recortar en servicios fundamentales para las personas es negativo y acaba
repercutiendo de forma negativa en la sociedad. Recortar en educación, es
negativo: perdemos todos. Recortar en sanidad es igualmente contraproducente:
seguimos perdiendo todos. Más recortes pueden implicar más tiempo en una lista
de espera, con todo lo que ello conlleva para un paciente a la espera de un
diagnóstico o a la espera de pasar a un quirófano. O tener descontento a
un profesional tan importante como el personal sanitario. Al final, perdemos
todos. Creo que hay otras cosas en las que se puede recortar, antes que en los
servicios fundamentales para el público. No puede ser que
en Cataluña, por ejemplo,
tengan los problemas que están teniendo y que, sin embargo, se haya rumoreado
desde hace varios meses que a un político catalán de primera línea se le haya
ofrecido un puesto como asesor de un hospital, con un salario de seis mil
euros, cuando carece de toda experiencia en el ámbito sanitario. Algo falla.
¿Estás a favor o
en contra de la privatización de la sanidad pública?
Totalmente en
contra, aunque fuera una privatización parcial. Sólo
el
sistema público permite universalizar para todos el coste de la sanidad. No
me parecen razonables situaciones como las de Estados Unidos, con un sistema
sanitario basado en pólizas privadas. Si tienes algo que tu póliza no cubre, no
tienes derecho a ser asistido. El camino a seguir, para tener un sistema más
justo, es que siga siendo público.
¿Cómo crees que
se puede mejorar en España la sanidad?
No creo que sea
el más indicado para proponer mejoras para el sistema sanitario, pues es un
mundo en el que no me muevo. Es complicado, muchas veces, saber lo que se
quiere, pero siempre se puede partir de la base de lo que no se quiere. He
vivido situaciones extrañas, que no son plato de gusto. No quisiera que nadie
estuviera en la situación en la que estuve yo, sin asistencia sanitaria por un
problema burocrático el tiempo que estuve. Tal vez, un buen punto de partida
pudiera ser unificar criterios: si no abogar por una pérdida de
descentralización del sistema sanitario, sí que existiera cierto consenso entre
todas las Comunidades Autónomas a la hora de tratar determinados asuntos.